Erase una vez, en un pueblecito olvidado por el tiempo, unos campesinos se reunían a festejar un día que para ellos era muy especial. La gente se congregaba en una plaza para dar comienzo a la competencia de quién tenía el corazón mas bello.
Un joven se presentó ante el público y aseguró  tener el corazón mas bello. Dando un paso al frente, abrió su pecho, y exhibió un corazón fuerte y lleno de vida.
La gente quedó impresionada ante tal hermosura. Pero inmediatamente otro joven interrumpió y abriendo su pecho sacó un corazón aún mas grande, fuerte y vigoroso que latía con ímpetu.
Los allí presentes afirmaron que este sin duda alguna era el corazón mas bello sobre la faz de la tierra.
De la colina vieron bajar a un anciano todo encorbado, casi arrastrando los pies pero con una gran sonrisa en su rostro. Se abrió paso entre la multitud, miró a los 2 jóvenes y dijo: Nanana, de seguro mi corazón es mas bello que el de ellos dos juntos.
La gente se reía a carcajadas y los dos jóvenes no podían entender tan ridícula afirmación.
El viejo abrió su pecho y con una gran sonrisa exhibió un corazón viejo, deteriorado, lleno de cicatrices, cortes sangrantes y pedazos faltantes. Y con total convicción afirmo: Mi corazón es el mas bello.
Uno de los jóvenes dudoso le preguntó: Pero oiga anciano ¿como muestra ese corazón que esta todo roto, hasta le faltan pedazos, y nos quiere hacer creer que es el mas bello?.
El anciano lo mira y le dice: Verán, estas heridas que aun sangran son amores muy recientes que me abandonaron y dejaron un rastro de dolor con su partida. Las cicatrices son marcas de amores que tuve hace ya  mucho tiempo y me lastimaron. Y los trozos faltantes son personas muy especiales a las que yo despedí pero decidí regalarles una parte de mi guardando la esperanza de que un día regresen y llenen el espacio vacío. Este es sin duda el corazón mas bello ya que yo nunca temí arriesgarme a querer. Muchas veces me equivoque y otras pocas me fue bien, pero nunca me negué al chance de amar.